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¿Qué mejor manera de finalizar una etapa así de importante?

El jueves pasado, los niños de sexto de primaria del CEIP Maria Pita comenzaban su viaje de fin de curso. Agradecer a todos los padres, madres, tutores, familiares, ANPA y Colegio que han ayudado a estos niños a que pudiesen participar en esta experiencia, pero sobre todo por darnos la confianza de dejarnos compartir con vuestros hijos y familiares este increíble recuerdo que ya permanecerá en su memoria…

A las 07:00h cogíamos el autobús que nos llevaría a disfrutar uno de los fines de semana, de los viajes de fin de curso, más sentido y disfrutado por todos desde hace mucho.

Para los que no lo sepáis, estos pequeños, llevaban consiguiendo dinero desde el año pasado para poder pasar cuatro días con sus compañeros por los lugares más divertidos de Madrid. Cómo no iba a ser menos, os vamos a contar cómo fue nuestro fin de semana, no sólo para los niños, si no también para el grupo de monitores que tuvimos el placer de poder disfrutar de estos pequeñajos (para nosotros siguen siendo los pequeñajos que conocimos hace años).

Llegamos a Madrid, comimos, dejamos las maletas en el hotel y nos fuimos a ver el Museo del Prado. Lo único que no nos podíamos esperar cuando estábamos en el bus de camino al mismo, era que al bajar y hacer la fila, nos íbamos a cruzar con el Rey Felipe VI, que se iba a bajar al lado nuestra y al ir caminando, girarse hacia la marea amarilla que nosotros eramos y saludarnos. ¿Cómo no íbamos a estar esperanzados? Llevábamos una hora y media en Madrid y ya nos había saludado el rey… Tras visitar el Museo del Prado, nos pusimos en marcha para disfrutar de una cena la mar de rica en «Hard Rock Cafe» de Plaza de Colón, una cena con espectáculo musical incluído en directo y un regalo inesperado. Tras esta tarde llena de sorpresas nos fuimos al hotel, y después de llamar todos a nuestros papis, mamis y abuelos nos fuimos a dormir, cosa que no tardamos en hacer por lo cansados que íbamos.

El viernes madrugábamos para ponernos los bañadores, desayunar e irnos a pasar parte del día al Parque Warner. Por grupos, pasamos la mañana montándonos en todo lo que podíamos. Además tuvimos la suerte que el parque de atracciones no estaba muy transitado y no teníamos que esperar mucho tiempo en las colas. El calor que hacía nos hacía ir cada poco tiempo a refrescarnos, incluyendo aprovechar las fuentes para pegarnos un baño. Tras comer en el «Rancho» los niños pudieron disfrutar de tiempo libre hasta la hora de irnos al hotel. Durante este tiempo aprovecharon para pasear y subirle a las atracciones que querían.

Tras salir del Parque Warner nos íbamos al Hotel a darnos una ducha rápida y a prepararnos para adentrarnos en el centro de Madrid para cenar y disfrutar de unos de los musicales más visitas durante los últimos años en la capital. Podemos decir todos, que tras cenar en el McDonalds de la Calle Gran Vía, uno de los más grandes que existen, íbamos nerviosos a uno de los sitios que más ganas teníamos la mayoría de visitar. Tras vivirlo, afirmamos que es uno de los espectáculos más recomendables para ir a ver si se visita la capital, no sólo por los pequeños si no también por los adultos. Aunque a alguno le pesaban los parpados, pues hay que decir que nos subimos al bus de vuelta al hotel a la 1:15h de la madrugada, todos los que no cerraron los ojos disfrutaron, cantaron y aplaudieron con «EL REY LEÓN».

Tras vivir una noche de San Juan diferente, que no menos llena de Magia que las que vivimos saltando las hogueras en nuestra tierra normalmente, nos costó y mucho salir de la cama y prepararnos para un día lleno de adrenalina. A las 10:30h salíamos del Hotel hacia otro día de Parque Warner. Pasaron la mañana disfrutando de todas las atracciones que querían, por que aunque el parque de atracciones estaba lleno de gente, tenían la pulsera «correcaminos» para poder adelantar cola en todas las atracciones. Muchos de ellos comenzaron la mañana probando suerte en las máquinas, para conseguir esos peluches gigantes con los que llenaron el maletero del autobús, otros aprovecharon para subirse en todas las que faltaban y otros para comprar regalos para sus familiares y amigos. A la hora de la comida, fuimos al estilo estilo «Superman», comiendo en el restaurante «Daily Planet» una rica pizza con patatas y yogur. Al llegar las 9:30 y tras ver el desfile final del 15º Aniversario de la Warner, volvimos para el Hotel a cenar, hablar con nuestros familiares y descansar. Por que aunque no lo creáis, nuestro cuerpo lo pedía…

Llegaba el domingo, el último día, la despedida del viaje, el final del camino para muchos… Como no podía ser menos, teniamos que despedirlo por todo lo alto, para ello nos fuimos a pasar la mañana antes de partir al «Parque Temático de la Naturaleza-Faunia», conociendo animales que nunca habíamos visto, dando de comer a suricatos, viendo el espectáculo de leones marinos, conociendo el hábitat de los pingüinos e incluso sacándonos fotos con una pitón.

Tras la comida en el parque iniciábamos el camino de vuelta, ilusos de nosotros, los monitores pensábamos que los niños quedarían rendidos nada más subir y poner la primera de las películas, pero no fue así, vimos tres películas, hicimos las paradas pertinentes y las pilas parecían cargadas al 100%. El hotel nos había preparado la cena de vuelta así que en nuestra parada en la Estación de Servicio Valcarce, nos preparamos para llenar las barrigas y poner rumbo a la recta final.

Creo que nadie esperaba el final que allí todos vivimos, los sentimientos estaban a flor de piel… para muchos eran muchos años juntos, compartiendo risas, experiencias, discusiones, buenos momentos, muchos cumpleaños, fiestas y un largo etcétera…

Pero si para los niños era una despedida, para los monitores era mucho más que eso, nosotros llevamos con vosotros desde incluso antes de que se formase SerOcio, sois nuestros niños y puedo escribir estas letras en nombre de todos mis compañeros, cuando digo; que el domingo, cuando vimos los kilómetros que faltaban para dejaros en vuestras casas, nos dimos cuenta todos los monitores que con vosotros empezamos este camino hace mucho tiempo, que «vuestras alas ya estaban listas para volar pero nosotros no estábamos listos para veros partir.«

Sólo esperamos que este viaje se quede en un pedacito de vuestra memoria de todos los viajes que os quedan por vivir, que con nosotros os lo hayáis pasado bien, pero sobre todo que entre vosotros os lo hayáis pasado bien. A muchos se nos caían las lágrimas (hasta a el más duro de todos) cuando nos dimos cuenta, que esto se acaba y que sólo esperamos que hayáis aprendido de nosotros la mitad de lo que hemos querido transmitiros. Sois todos unos niños especiales e increíbles y que nunca nadie os haga pensar lo contrario.

Por que gracias a vosotros ha sido un viaje increíble, pero sobre todo, por que gracias a vosotros ha sido posible.

¡Los monitores nos despedimos, hasta la próxima compañeros!

 

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